Salvo por un pequeño pulmón detrás del arco que separaba a las dos parcialidades, no cabía un alfiler en el estadio “Monumental José Fierro”. Lógico todos querían estar presente en el encuentro de ida por los octavos de final de la Copa Sudamérica y ser testigos de este momento histórico que está viviendo Atlético Tucumán.
Enfrente estaba un viejo conocer de copas. Independiente de Avellaneda, pero durante la primera etapa, más allá de alguna acción aislada o la búsqueda de algún pelotazo para Albertengo, “El Rojo” hizo muy poco y esto se debió al buen trabajo colectivo que desarrolló Atlético: Ordenado, prolijo y tomando el protagonismo del partido desde el inicio. Tal es así que primero le anularon un gol a Ismael Blanco, por posición adelantada y un rato después, tras una mala salida del arquero Campañá, “La Pulga” Rodríguez cabeceó desde afuera del área grande, pero cuando la pelota se dirigía hacia el fondo de la red, Franco evitó que ingresara. Sin embargo faltando tres minutos para el cierre de la primera etapa Rodrigo Aliendro asistió a “La Pulga” Rodríguez y éste, cuando no, desde el punto de penal la mandó a guardar. El premio era merecido porque los de Zielinski jugaron mejor, aunque dos minutos antes Independiente estuvo a punto de abrir el marcador, cuando una pelota que dio en el rostro de Togni se estrelló contra el travesaño.
En la segunda etapa la visita salió más decidida a jugar el encuentro y de hecho tuvo un par de situaciones, pero a los diez, después de un centro, Cabral se tiró de palomita e hizo que el esférico impactara contra el travesaño. Los de Ariel Holan, no se desanimaron y siguieron tratando de equilibrar el juego y por eso Cristian Lucchetti tuvo más trabajo que en los primeros cuarenta y cinco minutos. Ya en el descuento Barbona desperdició una clara chance cuando su cabezazo se fue cerca del poste y podría haber aumentado la ventaja para Atlético.
No había tiempo para más. El árbitro brasileño Anderson Daronco marcó el final del juego y Atlético se quedó con la victoria por la mínima diferencia. Si bien faltan 90 minutos cruciales el 12 de septiembre en Avellaneda, no es un imposible que el conjunto tucumano dé el batacazo y se clasifique a los cuartos de final de la Sudamericana, lo que significaría un hecho histórico para el club. Por ahora la ilusión está latente y presente, porque después de todo, la vida sin sueños no tendría mucho sentido.
(Foto: www.lanación.com.ar)
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