Ser el último campeón de América y del mundo no es algo que cualquiera pueda decir. Sin embargo, la que sí puede jactarse de decirlo, es la selección nacional de fútbol sala, quien logró el título de la Copa América en el 2015 en Ecuador y encima de eso fue campeón del mundo en el 2016 en Colombia. Pavada de pergaminos tiene el conjunto dirigido por Giustozzi, que empezó su participación de la edición del 2017, venciendo a Bolivia por 6 a 1, luego derrotó a Venezuela por 8 a 2, empató con Brasil sin goles y finalmente venció por 7 a 1 al conjunto chileno. De esta manera, la albiceleste accedió a las semifinales en las que también estarán Uruguay y Paraguay, primero y segundo del grupo B respectivamente, además de Brasil que se quedó con el primer lugar de la tabla del grupo A con 10 unidades, superando a Argentina que finalizó segunda por diferencia de gol.
De los cuatro equipos que siguen en carrera, por eliminación directa, dos se verán las caras en la final el miércoles 12 de abril en el Estadio “Aldo Cantoni” de la provincia de San Juan, sede en la que se disputaron todos los encuentros de la XII edición de la Copa, organizada por la CONMEBOL.
En las semis, el próximo martes, Brasil se medirá con Paraguay, mientras que Argentina hará lo propio con Uruguay.
La albiceleste de la mano de Vaporaki, Basile, Wilhelm, Cantoni, Taffarel, Claudino, Cuzzolino y Sarmiento, entre otros, intentará retener el título. No será fácil, pero tampoco imposible. Argentina contará con todo el público a favor, jugadores con buen pie, garra y corazón, lo que hace pensar que volver a ser campeones de América no es un imposible. Ojalá el sueño se haga realidad. |
