Avanzan en la creación de centros de contención contra las drogas
Los referentes de Cáritas de los 17 distritos que conforman la diócesis de Nueve de Julio se reunieron en la Casa de la Unidad para participar del II Encuentro de Cáritas diocesana promovido por el obispo, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
El objetivo del encuentro fue la creación de centros barriales (también conocidos como Hogares de Cristo) de contención contra las drogas, que estarán destinados principalmente a niños y jóvenes que se encuentran en la lucha para salir de las adicciones y la drogadependencia.
El licenciado Pablo Vidal, integrante del área de Abordaje Pastoral y Comunitario de las Adicciones de Cáritas Nacional, se hizo presente una vez más en la jornada. Durante el primer encuentro, el licenciado Vidal había compartido la experiencia que llevan adelante desde 2008 cuando se creó el primer Centro Barrial en la capilla Caacupé en la villa 21-24 y que el entonces cardenal Jorge Bergoglio y el Padre “Pepe” Di Paola inauguraron con apenas siete jóvenes. Hoy, a ocho años de su creación, contiene a más de mil familias.
Pablo Vidal relató el camino transitado desde entonces, "un camino bien comunitario, bien parroquial, una respuesta de la Iglesia", que tiene que ver con "una Iglesia en salida, misionera, que va en busca de los que van quedando en el costado del camino, en este tema en especial que es el tema de la droga, que afecta a todos los barrios y a todos los lugares de nuestras comunidades, que nos va dejando solos, y la función de la Iglesia es hacer comunidad, es hacer familia", manifestó, y destacó el aliento que brinda el papa Francisco, que aporta un marco más amplio a la cuestión.
El objetivo es que desde Cáritas Nacional, desde la pastoral de drogadependencia y desde la "familia grande" del Hogar de Cristo, puedan encontrar una respuesta para la problemática de las drogas, para "abrir nuestras iglesias para darle lugar a los excluidos, a los que van quedando fuera del camino", planteó el licenciado Vidal.
También se destaca la labor de monseñor Torrado Mosconi, quien desde su llegada ha manifestado en reiteradas ocasiones una profunda preocupación sobre el avance de las drogas y la necesidad inminente de trabajar en este aspecto desde la Iglesia. “Debemos ayudar a levantarse a los que se han caído y prevenir que caigan aquellos que están en situación de vulnerabilidad. Jamás podremos sustituir a las familias pero, como Iglesia, somos familia de Dios, y debemos poner todo nuestro empeño para crear un espacio donde los chicos se sientan contenidos, queridos y cuidados”, sostuvo
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