Antes de tomar una postura al respecto veamos básicamente que dice el proyecto impulsado por los senadores del bloque kirchnerista.
Se cambiarían los plazos de contrato a 3 años.
Se estipulan actualizaciones anuales del alquiler asociado a un índice formado por la inflación y limitado por el aumento de los salarios, además le permite al inquilino rescindir el contrato en cualquier momento abonando una multa de un mes y medio de alquiler durante el primer año y de 1 mes durante el segundo y tercer año de contrato.
Otro punto importante es el precio, que no será libre como hasta el momento y que estaría regulado por una escala a determinar y los aumentos van a ser escalonados según las paritarias del inquilino, para que el inquilino no tenga un aumento del alquiler mayor a su aumento de sueldo, no esta claro este punto si la persona es independiente y no trabaja bajo dependencia como se regularía dicho aumento y además habrá topes: no mas del 30% y no menos del 15% para la actualización del alquiler, otro punto muy conflictivo de esta nueva ley es el registro de los contratos, porque esto es para que el inquilino pueda descontar el alquiler de ganancias, pero para ello el propietario deberá extender una factura, por lo tanto deberá inscribirse en el monotributo y pagar los impuestos correspondientes, que por ejemplo para un alquiler de hasta $ 7000 tendría que inscribirse en la categoría “A” del monotributo y abonar $ 787 de monotributo y además abonar por ejemplo en la ciudad de buenos aires ingresos brutos que es de $ 180 bimestrales para dicho monto de facturación.
Históricamente cuando el estado intervino en este sector de la economía los resultados fueron devastadores, provocando el temor entre los propietarios e inversores que optaron por retirar sus propiedades del mercado o aumentando el alquiler por temor a perder su rendimiento otra posibilidad sería que se pusieran en venta desplomando el precio de las mismas y paralizando el sector de la construcción y lejos de solucionar el problema de viviendas lo agudice aun mas.
La rentabilidad de los alquileres de viviendas en argentina era de 1% mensual sobre el valor de mercado de la propiedad hace 15 años pero ahora se redujo en el mejor de los casos a 0,5%.
Con todos estos datos podemos entender que este proyecto, no se hace para ayudar a los inquilinos y propietarios a establecer precios y pautas razonables sino por el contrario se hace posiblemente con fines políticos de parte de la bancada kirchnerista que dan como fundamento de la ley un elogio a lo actuado en materia de vivienda por el Frente para la Victoria, no haciéndose responsables de sus políticas monetarias y los perjuicios que le hizo al sector de la construcción el cepo cambiario y sus planes de construcción de viviendas poco transparentes y llenos de irregularidades donde hay varios allegados al anterior gobierno imputados en distintas causas de corrupción.
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