Por Rodrigo Gaite
No tienen nada de amistosos, a ningún técnico le da lo mismo si gana o pierde, muchos jugadores saben que están en la vidriera y los hinchas hacen un alto en sus vacaciones para alentar desde la tribuna. Es que desde hace casi 50 años, 49 para ser más exactos, los torneos de verano son un clásico que desde mediados de enero hacen subir aún más la sensación térmica.
En 1968 la Argentina se encontraba bajo el mando del dictador Juan Carlos Onganía y en ese contexto se ideó el primer cuadrangular llamado “Copa Ciudad de Mar del Plata”, en el que iban a formar parte River, Racing, la selección de Checoslovaquia y un cuarto equipo que, por ser comunista, no le caía nada bien a los integrantes del régimen. Así y todo le dieron el visto bueno y para sorpresa de propios y extraños, el Vasa de Hungría alzó la copa y dejó su nombre escrito en el historial de campeones veraniegos. También ese año se llevó a cabo la “Copa Libertad” que se adjudicó San Lorenzo de Almagro. Así nacían los torneos de verano, con el tiempo fue variando el formato y los nombres, se incorporaron otras sedes como Salta, Córdoba o Mendoza y los partidos eran (y son) un espectáculo más dentro de la gama de variedades que esas regiones ofrecen a los turistas.
Boca Juniors con 44 títulos es el más ganador, seguido por River Plate con 33. Claro que tanto a Xeneizes como a Millonarios los que más les importa son los duelos entre ellos, por la “Copa Revancha”, “Desafío”, “Copa de Oro”, o como se llame. Siempre jugarán a estadio lleno y con un fervor incomparable.
A lo largo de los años, se disputaron partidos vibrantes y polémicos, hubo goleadas para todos los gustos y si de goles de antología se trata, nada mejor que recordar la inolvidable definición de chilena de Enzo Francescoli ante la selección de Polonia en 1986, cuando los de la banda roja se llevaron la victoria por 5 a 4.
La selección Argentina, dirigida por César Luis Menotti, también se inscribió entre los campeones cuando se quedó con la edición de 1977. Un año antes, fue la única vez que no hubo torneos, después la pelota siguió rodando siempre al calor del verano.
En el 2017 la provincia de Salta será testigo del triangular entre Independiente, Racing y Atlético Tucumán mientras que el estadio “José María Minella” de la Ciudad feliz, vibrará con una gran cantidad de encuentros. Entre ellos el clásico entre Santos y Quemeros y la nueva edición del superclásico por la “Copa Luis B. Nofal”.
Además de los invitados como el Spartak de Moscú y el Nantes de Francia en 1987 o el América de Cali en el 88, por citar algunos casos, desde Huracán, Vélez, los equipos rosarinos, como los de La Plata, los cordobeses y los cinco grandes, algunos más otros menos, todos han participado en los certámenes.
Muchas cosas fueron cambiando a lo largo de los años, ya no vienen equipos extranjeros para medirse con los nacionales y los derechos de televisión crecieron a pasos agigantados. Pero eso sí, ningún futbolero, sea del cuadro que sea, puede permanecer al margen del movimiento de la redonda. Porque la pasión del argentino por el fútbol sigue latiendo durante el verano, aunque esté de vacaciones y todavía no haya comenzado el campeonato.
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