Comunicado de la Comisión Nacional de Adicciones y Drogadependencia
ante el decreto por Emergencia Nacional por Adicciones
Desde la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina valoramos el paso adelante que significa en materia de adicciones, para nuestro país, la promulgación del Decreto presidencial 1249/2016 con fecha 12 de diciembre.
Que se espere un trabajo conjunto entre los ministerios de Desarrollo Social, Educación y Salud, para encarar esta enorme tarea de manera conjunta y federal, confiando en la SEDRONAR como organismo coordinador del abordaje integral que atienda la emergencia, también lo ponderamos positivamente. Sin embargo, entendemos que no se debe clausurar el tema en esos ministerios, porque sería no comprender la gravedad y complejidad del problema.
Asimismo invitamos a los consejos deliberantes de cada pueblo y a las legislaturas de cada provincia a adherirse a esta iniciativa.
Esperamos una convocatoria federal y multisectorial con vistas a definir un “Plan Nacional en Prevención y Asistencia de las Adicciones” que contemple el largo plazo y se sostenga en el tiempo. Es en ese sentido que consideramos demasiado breve el período propuesto de 2 años ya que este drama lleva casi cuatro décadas −40 años− sin ser atendido adecuadamente desde sus causas. Confiamos en que durante este primer tiempo se pueda poner un poco de luz sobre estas realidades tan humanas, dolorosas y complejas con perspectivas de continuar las acciones que se vayan implementando en el marco de esta Emergencia Nacional en Adicciones.
Entendemos también que hace falta movilizar recursos extraordinarios para desarrollar nuevas acciones y políticas tendientes a paliar la emergencia. No alcanza con hacer algunos centros de recuperación más e incorporar las temáticas de drogas en las escuelas. Aun cuando el problema no se circunscriba únicamente a la adolescencia y juventud, es necesario desarrollar y fortalecer acciones de contención y cuidado de los y las jóvenes (como clubes y centros culturales). Es necesario también mirar la magnitud del problema en los penales, cómo se comunica la problemática desde los medios masivos y en las redes sociales, entre muchos otros aspectos.
Convocamos, por último, a todas las instituciones a adherirse a esta convocatoria trabajando sin escatimar esfuerzos por el cuidado de nuestros jóvenes. Que no quede un solo habitante en nuestro querido país que no sepa que la Argentina ama a sus jóvenes y está comprometida en cuidarlos. Ni un pibe menos por la droga. |
