El seleccionado cafetero se hizo fuerte en los penales y está entre los mejores cuatro del máximo certamen continental. Tras igualar sin goles en los 90 minutos, Ospina se convirtió en héroe al detener las ejecuciones de Giménez y Viña y el combinado dirigido por Reinaldo Rueda enfrentará al vencedor de Argentina y Ecuador por un lugar en la final que se disputará en el mítico estadio Maracaná.
Colombia planteó este duelo correspondiente a cuartos de final con un esquema híper ofensivo, con Borré y Díaz por las bandas y Muriel y Zapata de delanteros. Uruguay por su parte, repitió el mismo equipo que le ganó a Paraguay y apostó a cortar todos los circuitos de su rival en la mitad de la cancha. Duelo de estilos dónde el que lograra imponer su juego se quedaría con el pasaje a la próxima instancia.
Los de Tabarez sorprendieron a Colombia con mucha intensidad y dinámica durante los primeros minutos de juego. Godín y Giménez se pararon lejos de Muslera y Nández y Viña se sumaron a Vecino y Bentancur para hacerse fuertes en el círculo central y a partir de ahí construir juego con De Arrascaeta. El volante conducía y abría por las bandas, para luego llegar por sorpresa por el punto del penal.
Este planteo de la Celeste le generó muchos dolores de cabeza a Colombia, principalmente por las posiciones de Borré y Díaz, que a pesar de su sacrificio, ninguno se sentía cómodo teniendo que perseguir a los laterales uruguayos. Sin embargo con el transcurso del partido y ante la incapacidad de ambos por generar situaciones claras de gol, tanto Muriel como De Arrascaeta pasaban desapercibidos.
En la segunda etapa Uruguay salió decidido a abrir el marcador y pudo haber convertido con un centro pasado de Nández que casi se le mete a Ospina por el segundo palo. Pero más allá de alguna jugada aislada, tanto Suárez como Cavani quedaron muy lejos y la Celeste careció de ideas para vulnerar a la defensa colombiana.
Colombia se plantó con Barrios y Cuéllar pero también tuvo poca profundidad y nunca pudo lastimar a su rival. El partido se jugó lejos de los arcos y ni charrúas no cafeteros encontraron los caminos para romper la paridad.
Los penales fueron otra cosa. Colombia no falló y Uruguay chocó contra un Ospina inspiradísimo, que contuvo las ejecuciones de Giménez y Viña. El próximo martes Colombia irá en busca del pasaje a la final frente al ganador del partido entre argentinos y ecuatorianos
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