La tensión invadió el Arená Condá el pasado miércoles 23 de noviembre. El drama que generó el partido le daba a San Lorenzo de Almagro una última oportunidad en busca de su segunda final de Copa Sudamericana. Marcos Angeleri impactó, como pudo, una pelota que quedó abollando cerca del área chica y, milagrosamente, al minuto 48:38, Marcos Danilo Padilha con su pie derecho, logró detener el disparo. Segundos después, el también héroe en la definición en octavos vs Independiente caía de rodillas en el verde césped para dar gracias a Dios mirando al cielo y dejarse abrazar por sus compañeros en el festejo por la histórica clasificación del Chapecoense a la final de la Sudamericana.
Sin embargo, el destino no quiso que ese partido se llegara a disputar. Trágicamente, el avión que trasladaba a 72 pasajeros (entre ellos el plantel, cuerpo técnico y periodistas) y nueve tripulantes reportó “fallas eléctricas” cerca de las 22 horas del lunes 28. La aeronave con matrícula CP2933 desapareció minutos después del radar y se estrelló en las inmediaciones de los municipios de La Ceja y La Unión, ambos en el departamento de Antioquia y cercanos a Rionegro, donde se encuentra el aeropuerto José María Córdoba.
La Fuerza Aérea de Colombia confirmó en su cuenta oficial de Twitter que “apoyará la investigación del accidente de aeronave en Antioquía en forma conjunta con la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil”.
Como consecuencia del accidente 76 personas fallecieron y cinco personas fueron rescatadas con vida. Los sobrevivientes son el arquero (suplente) Jackson Follmann que sufrió la amputación de sus piernas, los defensores Alan Ruschel y Neto, la azafata Ximena Suárez, el periodista Rafael Henzel y Erwin Tumiri, técnico de la aeronave.
Los dirigentes del club planearon ir en un chárter privado directo hacia Medellín. Sin embargo, la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil no se lo permitió por lo que la delegación tuvo que abordar un vuelo con escala en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, con la aerolínea local Lamia Corporation. En un comunicado de la ANAC se explicó la decisión: “En función de acuerdos internacionales, un avión fletado, como era el caso, debe pertenecer a una empresa que opera en el país de partida o de destino”.
Alejandro Martinuccio, integrante del equipo de Chapecó no viajó junto a sus compañeros debido a una lesión. “Estoy triste. Siento un profundo dolor por mis compañeros. Lo único que puedo decir es que recen por ellos", declaró el exfutbolista de Nueva Chicago a radio La red.
La Confederación Sudamericana de Fútbol publicó un comunicado oficial en su sitio oficial durante la madrugada del martes debido a la tragedia que sufrió uno de los equipos finalistas de la presente Copa Sudamericana. “Todas las actividades de la Confederación quedan suspendidas hasta nuevo aviso”. Por su parte, el presidente de Brasil, Michel Temer, confirmó que habrá tres días de luto en el país. Además, clubes de todo el mundo enviaron sus condolencias al equipo brasileño.
Las muestras de pesar no fue el único gesto: el otro finalista, Atlético Nacional de Medellín emitió un comunicado en el que “invita a Conmebol a que el título de la Copa Sudamericana le sea entregado a la Associacao Chapecoense de Futebol como laurel honorífico a su gran pérdida y en homenaje póstumo a las víctimas del fatal accidente que enluta nuestro deporte”. Por otra parte, el Club Benfica de Portugal le ofrece al Verdao del Oeste “jugadores para reducir el sufrimiento y superar la pérdida”.
Otras tragedias aéreas que enlutaron al fútbol son las que sufrieron el Torino de Italia en 1949, Manchester United (1958), Green Cross (Chile en 1961), The Strongest de Bolivia (1969), Alianza Lima de Perú (1987) y la Selección de Zambia (1993).
El Chape fue salvado de la quiebra en el 2003 y seis años después llegaba a la Serie D de Brasil. Su crecimiento fue significativo y, en 2014, logró el sueño del estado de Santa Catarina llegando a la Serie A. Un año más tarde disputaba su primer torneo a nivel internacional, fue eliminado por River Plate en los cuartos de final de la Sudamericana. Este año llegó aún más lejos derrotando a, por ejemplo, Independiente, Junior de Barranquilla y San Lorenzo. Minutos después de finalizada la histórica semifinal, el entrenador del Huracán del Oeste, Caio Junior, había declarado “si hoy muriera, moriría feliz”. Lo esperaba en el último partido el actual campeón de América pero el destino se lo impidió.
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