En los sistemas de seguridad, cuando algo se está por romper se encienden alarmas indicadoras para que se tomen medidas rápidamente o se avizora un desastre. En Central Córdoba hace varios partidos que vienen sonando las alarmas, las luces titilan en amarillo a un paso del rojo trágico, pero parece no ser advertido, especialmente por su DT que insiste con caprichos inexplicables.
El Charrúa cuenta con la suerte del campeón, con un arquero que está pasando por un momento sensacional y todos los equipos del torneo que juegan para él ya que parecen conseguir resultados a la medida rosarina. El peor adversario del CC es el propio CC.
Contra San Martín de Burzaco en el Gabino se tuvo que haber perdido, luego se le ganó a Excursionistas sin patear un tiro al arco en todo el segundo tiempo más los 15 minutos finales del primero, este lunes se rescató otro punto de local y digo se rescató porque de no ser por San Matías que hasta desvió un penal de manera formidable, se hubiese perdido.
Toda la campaña del Matador se basa en que gracias a su arquero, una defensa medianamente sólida, la falta de puntería rival y la diosa fortuna que le viene sonriendo, tiene un gol en contra en ocho partidos, lo malo es que tiene tan sólo siete goles a favor, apenas superando en ese ítem a los últimos de la tabla.
Se pueden señalar varios motivos para tan escasa producción, el principal es que no encuentra fluidez en su medio campo, Bracco es un muy buen doble cinco con manejo y llegada, pero no es un enganche, no puede cargar sobre sus espaldas todo el proceso creativo. Otro detalle es que para incluir a Bogino se sacó de su puesto natural a Biñale, que venía cumpliendo muy bien como marcador central y se lo ubicó de marcador de punta izquierdo, dónde tiene muchas complicaciones, pierna cambiada, no brinda salida por ese sector y cualquier jugador veloz que lo encare por esa banda lo supera con facilidad. Cómo no se podía justificar la salida como titular de Biñale porque venía siendo de los mejores jugadores charrúas, Rossi decidió sacar Saucedo y sigue esperando su oportunidad el tres natural que tiene este plantel, me refiero a Pignanni. Por último algo que venimos señalando hace tiempo, Central Córdoba suele terminar los partidos con uno o dos hombres menos sin necesidad de que el árbitro saque la tarjeta roja, estoy hablando de los dos delanteros titulares, Vizcarra y Cobelli que a partir de los 10´ del segundo tiempo no tienen más piernas y no es algo personal contra ellos, por el contrario, me parece injusto que se les exija a esta altura de sus carreras que piquen todo el partido. Hoy Cobelli está lesionado y Vizcarra está bajando su nivel de juego en cada partido al punto de no justificar ni siquiera su inclusión como titular, en un plantel en dónde hay jóvenes que pueden reemplazarlo muy bien.
Respeto la decisión de Rossi de tener un jugador con experiencia en cada línea, pero cuando las piernas no responden hay que tomar la decisión de hacer los cambios, contra Berazategui nuevamente dio la sensación de que todos los jugadores charrúas pueden salir, menos el Chino, aunque lleve treinta minutos sin tocar una pelota y su producción goleadora en el actual torneo sea tan escasa.
En la próxima fecha Central Córdoba va de visita a la casa de Alem, equipo que viene de tres derrotas seguidas, y que convirtió seis goles en lo que va del torneo, a priori un rival cómo para poder planear el resurgir.
Suenan las alarmas, el iceberg se viene encima, esperemos que sean escuchadas antes del hundimiento.
Pablo Adrián - El Agrio -
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