Un cuento de hadas, para serlo, necesita sueños, fantasías, aventuras, magia y un final feliz garantizado.
Príncipes que en pos de un sueño se enfrenta contra dragones que amenazan con devorarlo de un bocado.
El sólo hecho de animarse en semejante desigualdad ya hace que el intento valga la pena aunque más no sea para resaltar el coraje del príncipe que si derrota al dragón se convierte en héroe histórico y si es derrotado mostrará la hidalguía del dragón vencedor que empatiza con el vencido y reconoce su gallardía.
La Copa Argentina reúne todos los ingredientes señalados y en este cuento de hadas, Estudiantes de Buenos Aires es un príncipe que ya cuenta en su historial con un triunfo frente a un dragón enorme, River Plate, al que derrotó 1-0 en la edición del 2013. Hoy le tocó enfrentar a otro dragón que viene agrandado con todo derecho al lucir su flamante título de Campeón Sudamericano.
Dos realidades muy distintas ingresaron al coqueto estadio Alfredo Beranger, la casa de Temperley.
Por un lado Defensa y Justicia, en pleno ritmo de competencia, que está viviendo el luto de la ida del entrenador que lo llevó a obtener su título más importante, Hernán Crespo pero que a la vez se ilusiona con el regreso de un hijo dilecto, Sebastián Beccacece aunque su primer partido no estuvo coronado con el éxito.
Por otro lado Estudiantes de Caseros, con tan sólo dos amistosos previos, viene de una excelente campaña en el Torneo Nacional, pero que le produjo una impresionante sangría de jugadores, se le fueron nada menos que 13 integrantes de su plantel, y se encuentra en plena reestructuración, siendo uno de sus refuerzos más importantes el del arquero Ezequiel Centurión, el ríonegrino que llego a préstamo de River Plate y del que mucho se habla de su capacidad. El pincha es dirigido por un personaje que le aporta la aventura al cuento, Mauricio Giganti, quien debutara como jugador profesional en Boca Juniors para luego comenzar un periplo por Chile, Argentina y haber jugado y luego ser entrenador en el exótico futbolero de Vietnam.
Desde el inicio del partido se vio a un Estudiantes que se defendía pero no colgado del travesaño sino presionando bien arriba y pretendía llegar tocando involucrando a cinco jugadores en ataque, contra un Defensa y Justicia que fiel a su estilo buscaba por abajo e imponía un mayor despliegue físico especialmente en los mano a mano.
A los 4´ roba Bou en la salida y corta el balón para la entrada de Romero quién por sobre el arquero a punto estuvo de marcar un golazo. A los 6´ es Pizzini quien le erra a la pelota en el corazón del área chica. Estudiantes toca pero sus esfuerzos mueren al borde del área del Halcón. A los 14´ hay un claro penal del central Martínez contra Romero pero el árbitro deja seguir pese a los gritos desesperados y acostumbrados de Beccacece.
A los 16´ la primera importante de Estudiantes, Melo sorprende encarando por el medio, toca para quien terminaría siendo el mejor jugador del pincha, González que cambia de frente para Acosta y el disparo de volea de éste es salvado con esfuerzo por Unsaín. A los 21´ vuelve a llamar a la puerta el equipo de Caseros luego de otro buen toque de González para la subida de Rinaldi quien de afuera del área saca un remate que se va cerca del palo izquierdo.
Cuando parecía que Estudiantes se convierte en dominador aflora la categoría de la gente del Halcón en el minuto 39, luego de varios toques abanicando el frente de ataque Isnaldo juega al medio para Romero quien de espalda al arco toca con destreza para la subida de Benítez que amaga el centro pero alarga para la entrada de Bou, enganche del ex delantero de Gimnasia y derechazo al primero palo que hace estéril la estirada de Centurión, golazo.
Se van los equipos al descanso y en el aire flota la sensación que Estudiantes ya lo dio todo y ahora Defensa y Justicia lo puede liquidar con relativa facilidad. Pero el inicio del primer tiempo marca otra cosa. La gente de Caseros sale decidida a buscar el empate. Al minuto 1 se tiene que esforzar Unsaín para cortar un centro de la muerte de Coacci y al minuto 3´ se vuelve a lucir el arquero sacando al corner un disparo de Acosta con destino de gol, de esa misma jugada ante el rechazo corto de la defensa del Halcón es Ostchea quien exige al uno desde fuera del área.
Recién a los 15´logra Defensa hilvanar un buen contraataque que termina en un disparo de Escalante que explota en el ángulo superior izquierdo de un Centurión que sólo podía mirar y rezar.
Desde esa jugada el partido entra en una meseta en que ninguno de los dos puede imponer su juego, comienzan los cambios y sorprendentemente quien se ve optimizado es Estudiantes que finaliza a toda orquesta encerrando a la gente de Florencio Varela en su área pero se arriesga al contragolpe.
De esta manera el partido termina siendo electrizante con oportunidades para igualar o para sellar el resultado pero los delanteros fallaron en el último toque.
A los 36´pretende sacar Unzain, se queda corto y el remate de Pugliese se va cerca cuando se gritaba el empate, luego de ese error el arquero del Halcón se convierte en figura salvando tres pelotas con destino de red, por su parte Defensa dilapida sus oportunidades de contra, la más clara la tiene Merentiel que sólo ante Centurión se tropieza con el césped y se cae.
Se termina el partido y Estudiantes debe de sentirse orgulloso de su desempeño en una noche en dónde debutaron 14 refuerzos y pudo haber empatado. Por su parte Defensa y Justicia ganó merecidamente y le puede servir de trampolín anímico para lo que viene, que es mucha activad tanto en la Liga local como en la Copa Libertadores, incluso en esta Copa Argentina en la que su próximo rival será San Lorenzo de Almagro.
El cuento de hadas, como buen cuento de hadas, tuvo un final feliz para todos. |
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