Desde el arranque ambos equipos entendieron la importancia del partido, por la posición expectante de los dos en la tabla de posiciones. La intención era la misma, ganar en el medio campo y dominar teniendo el balón, el excelente estado del césped del estadio Enrique Sexto invitaba a tocar y buscar. Pero hay un principio físico por cual cuando chocan de frente dos fuerzas equivalentes se produce un momento de estanco en las que ninguna de las dos puede avanzar un milímetro sobre el espacio de la otra. Traducido al futbol la intención equivalente llevó a una lucha en mitad de cancha que no se inclinaba a favor de ninguno y cuando esto ocurre comienza a jugar el azar y las pelotas paradas. Y por un saque lateral a los 8´ para Lamadrid por izquierda llega la primera oportunidad, saca rápido Tribulo para Pavone, toca en cortada para Sarandeses quien engancha y su disparo produce la primer gran atajada de Matías Giroldi, que se va convirtiendo partido tras partido en una pieza clave y fundamental para las aspiraciones charrúas. De la ejecución del córner llega un rechazo que queda corto y antes de que patee Peralta es trabado por un defensor rosarino, tiro libre, ejecuta De Vito rebote alto en la barrera, el mismo De Vito busca la pelota y de espaldas al arco, muy inteligente, no la deja picar y la envía de emboquillada al área, ingresa sólo Sarandeses evitando correctamente el orsay, pero la excelente salida de Giroldi lo obliga a apurar el remate que se va cerca del palo.
Son los mejores minutos de Lamadrid, se adueña del balón y obliga a Central Córdoba a adoptar una postura contragolpeadora, pero ya no generará jugadas de peligro para el lucimiento de Giroldi. Por su parte los rosarinos dan la impresión que les alcanza con un buen pase en cortada para dejar a un delantero en posición de gol, pero esa jugada no llega, siempre hay un defensor local que anticipa, un jugador charrúa que le rebota mal o que da el pase muy corto o muy largo, desperdiciando oportunidades que el reducido tamaño del campo de juego le otorgaba.
Cae el partido en una soñolienta meseta en dónde todo es intención, la firmeza de la última zaga charrúa parece tener todo controlado pese a la habilidad de Sarandeses y Tuffner y la poca producción en ataque de los rosarinos va durmiendo hasta a los relatores y comentaristas.
Hay un detalle que me parece pertinente señalar en este punto, en un campo de juego tan pequeño hasta los fauls en mitad de cancha permiten centrar con peligro, pero Córdoba no lo pudo aprovechar porque el leisman parecía tener un tic nervioso en su brazo y nos cobró cuatro orsay con pelota parada, dos dudosos y dos claros, no fueron orsay.
Recién a los 40´ tiene Central Córdoba la única jugada peligrosa que se le puede contabilizar en el primer tiempo. Nuevamente vendrá de un lateral, pero ahora favorable al charrúa, lo ejecuta Sgotti hacía Cereseto en posición casi de wing izquierdo, centra, rechaza con pifia Ruefli, le queda a Yassogna quien dispara de volea, fuerte pero se le va alto sobre el travesaño. No hay más nada que comentar hasta que el célebre señor Rubino, el referí que más expulsiones tiene en un partido de futbol en el mundo entero (36) y al que cuesta decir que dirigió bien pero podemos decir que tan mal no lo hizo, marca el final.
El segundo tiempo arranca con un Lamadrid mejor parado pero que sus intentos chocan contra la gran actuación de Giroldi. A los 5´ vuela Matías y evita lo que parecía concretado, pero hay otras atajadas no tan rutilantes pero que va dando la sensación de inexpugnabilidad del arquero rosarino.
Llega el minuto 16´y por suerte el ya mencionado señor lineman demuestra que por lo menos su tic nervioso no es ni parcial ni localista ya que le anula un gol a General Lamadrid por un orsay que en mi criterio no existió de ninguna manera.
En el minuto 22´ enorme jugadón de Tuffner por izquierda eludiendo defensores, toca al medio para Sarandeses y su disparo se va cerca de un palo. A los 26´ queda un delantero mano a mano con el arquero charrúa al borde del área, trata de concretar de emboquillada se eleva Giroldi y con las uñas logra que el balón pierda velocidad lo que permite la llegada de Esquivel para salvar sobre la línea de gol.
Será una jugada bisagra, porque el cansancio se empieza a hacer sentir y los jugadores de Lamadrid parecen haber agotado sus fuerzas. Ahora será el tiempo charrúa, de este momento al final vendrá lo mejor del equipo de Rosario.
Central Córdoba pasa a tener el dominio del balón y va con insistencia hacia la valla defendida por el sobrio Acosta. A los 29´ enorme jugada de Bracco eludiendo patadas y tocando justo para la entrada de Yassogna por derecha quien la envía al corazón del área pero el cabezazo de Tedesco le cae en las manos a un Acosta bien ubicado. A los 33´dispara Yassogna desde el borde del área y buena respuesta nuevamente del arquero.
Y el partido transcurre así hasta que llegamos a un minuto demente, es el 47´ en que combina bien el charrúa, pisa el área Yassogna dispara con fuerza, gran atajada de Acosta evitando el gol sin dar rebote, juega rápido y nace el único contragolpe peligroso de la gente de Devoto que termina en un disparo de Tuffner que lame el palo derecho. ¿Hubiese sido justo el resultado? Es un partido en que tanto el empate como el 1 a 0 para cualquiera de los dos puede argumentarse como justo, en mi opinión personal, el balance general da como que quien más hizo para ganar fue el local.
Córdoba se trajo un punto de visitante, estuve tentado de decir que de una cancha difícil, lo que hubiese sido una perogrullada ya que en la C no existe ninguna cancha fácil. Es un punto que puede ser muy importante siempre y cuando el Charrúa se haga fuerte en el Gabino y sume de a tres.
Quiero insistir con el tema de la falta de gol. Nuestros delanteros casi no convierten, los goles que tenemos son de defensores y mediocampistas, es un tema a trabajar y en eso seguramente está el técnico, yo voy como la gota a la roca a decir que me gustaba más cuando Cereseto ingresaba en los últimos treinta minutos que cuando se va agotado en los momentos decisivos del partido y que prefiero un enganche en cancha.
Me despido, como siempre, disculpándome si mi crítica molesta a algún alma sensible.
-Pablo Adrián -El Agrio- |
