Domingo soleado, el Gabino abre homenajeando a las mujeres en su día y recibe la visita de Leandro N. Alem, equipo que arrancó el torneo como para salir campeón invicto y que tuvo un bajón que lo pone casi a la par con nuestra campaña.
Partido extraño por varios motivos, primer tiempo a toda máquina y segundo que fue languideciendo hasta los últimos diez minutos en que volvió a acelerarse.
Ambos tiraron toda la carne al asador desde el inicio y jugaron a ganar.
Por el lado Charrúa el técnico puso una formación hiperofensiva, tres delanteros de punta Yassogna, Cereseto y Tedesco a los que se sumaban Ferrari de media punta y Trejo más comprometido con el ataque que con la contención.
Los que siguen estos artículos tienen presente que he gastado la batería de mi NET declamando que no se puede regalar 45 minutos sin un nueve de área. En este partido Teglia le pone a Cereseto desde el inicio, pero no se guardó nada para tener una opción en el segundo tiempo, porque todos sabemos que ninguno de los tres de adelante están para jugar 90 minutos.
Por el lado de Alem la situación fue similar, cuentan con jugadores de muy buen pie en el medio campo y es ponderable la intención del Lobo Cordone de jugar siempre al ras del suelo, llegando con tenencia de pelota y rotación.
El encuentro arrancó furioso, y a los cinco minutos parecía que nuevamente el destino se empeñaba en derrumbar todo lo imaginado por Teglia desde el inicio mismo. Corner a favor de Alem, juegan corto, centro, rechaza un defensor de cabeza, bien como se debe hacia un costado, pero en el vértice del área Piris empalma de volea un zapatazo infernal que se clava en el ángulo, un gol de otra categoría.
Pero Central Córdoba no es el de la primera rueda, hay otra disposición anímica y 3 minutos después Bracco, que viene pasando por un momento futbolístico excelente, encara a pura gambeta apilando rivales, toca justo al medio y Cereseto demuestra por qué es Cereseto, define con un toque al costado del arquero y no cómo otros que erran el puntapié a la pelota a 40 cm de la raya de gol.
Con el empate el partido se volvió electrizante, lo mejor que vi esta temporada, con un Alem que seguía apostando al toque y un Charrúa más vertical hacia el área contraria.
Van palo y palo, a los 23 corner para Alem, y los corners siempre son una desgracia para nosotros, dos cabezazos en el área es gol y así se da, el segundo es increíble con la soledad que el delantero rival conectó en el medio del área chica y otra vez a remar.
Y Córdoba no baja los brazos y va y va, pelotazo alto para Cereseto que acomoda bien el cuerpo y el defensor se desespera y comete una mano tal vez apresurada. Lo patea Bracco con clase y se fue el primer tiempo con un aplauso merecido para ambos equipos.
El segundo tiempo va a demostrar y confirmar algo que apuntamos al principio de esta nota, ambos técnicos habían tirado todo a la parrilla y en la medida que los principales jugadores fueron mermando físicamente tuvieron que recurrir a cambios y las variantes por ambos equipos demostraron no estar a la altura de los titulares y allí el partido fue perdiendo intensidad.
La paridad seguía al punto de que cada uno pegó un tiro en el travesaño rival, el de Tedesco hubiese sido un gol casi idéntico al primer gol de Alem.
La intención de ganar la mantuvieron hasta los últimos momentos, nadie quería firmar el empate y sobre la hora el Charrua pierde un gol y de contraataque no ganó Alem de casualidad.
No hay mucho para criticar y si razones para seguir siendo optimistas, los números están difíciles pero no imposibles, quedamos a 7 puntos del reducido, seguimos confiando.
Para cerrar, siempre apuesto por los pibes, estoy muy contento con lo visto en Mastrángelo, Giroldi, López y Esquivel, pero por el bien de ellos a veces hay que tirarles un poco la orejita y esto va para Flamenco y Armoa que parecen desperdiciar empecinadamente cada oportunidad que le brinda el técnico para mostrarse. Sorprende la frialdad, la apatía, la falta de concentración y compromiso, especialmente en Armoa que parece no querer jugar. Vamos pibes que queremos apostar por ustedes y le reconocemos el talento, pongan ganas.
Me despido, como siempre, disculpándome si mi crítica molesta a algún alma sensible.
-Pablo Adrián -El Agrio- |
